Hardware de literatura, software de lectura: las obras literarias como herramientas pedagógicas en el proceso de aprendizaje

Resumen

Existe, sin duda, una relevante interferencia del desarrollo tecnológico en las relaciones sociales en general, y en las relaciones escolares, en particular. Conscientes, por tanto, de la existencia de información en circulación rápida, no siempre de calidad, ¿por qué no invertir en la construcción de redes educativas y de sensibilización? Es a partir de esta propuesta, por tanto, que aprovechamos la oportunidad para plantear una pregunta importante pero muchas veces pasada por alto: en este nuevo mundo feliz, ¿cuál sería la relevancia de la literatura en la formación cultural e intelectual de los jóvenes en las actividades escolares? Nuestra hipótesis, por tanto, es que, al ser la literatura un bien cultural, cuyo valor resulta inestimable para la sociedad, naturalmente tiene el poder de contribuir en gran medida al desarrollo de los estudiantes, no sólo estéticamente, sino también cognitivamente. Por tanto, la lectura proporciona una forma de integración. En estos términos, la literatura demuestra efectivamente ser una herramienta útil y eficaz para cualquier tipo de aprendizaje; un afable instrumento de enseñanza que, combinado con la irredimible tecnología antes mencionada, tiene la capacidad de satisfacer por igual la demanda de toda esta nueva generación de estudiantes, de razonamiento no lineal y multifocal. Se sabe que existe una delgada línea entre lo real y lo ficticio. En este sentido, no sólo todos los tipos de estudios sociales, sino todas las formas de conocimiento deben conectarse a la literatura y, a través de los medios digitales, debe formarse un mecanismo de integración entre los estudiantes y la sociedad. A modo de conclusión, es posible llegar a un consenso en que los estudios literarios no sólo interesan a los lingüistas (Leahy-Dios, 2004). De hecho, son tan fundamentalmente relevantes para la educación como lo es para la causa de enseñar/aprender a pensar.